Es el material más longevo en el planeta y ha sido empleado por los seres humanos desde el comienzo de su historia, la Madera. Los troncos que alguna vez formaron un refugio fueron evolucionando como material, aprovechando su fortaleza, peso y facilidad para ser fabricada en diferentes formas y tamaños. Provocando que, con el paso de los siglos, su manejo fuese más eficiente y preciso.

Material renovable y biodegradable ha sido por siglos uno de los preferidos por quienes se dedican a la construcción. Y uno de los principales desafíos que han debido sortear es que hay varias especies de madera propensas a la degradación. Por eso, las empresas dedicadas a su fabricación han puesto sus esfuerzos en conseguir materiales resistentes y las investigaciones están enfocadas en el desarrollo de preservantes alternativos. Los avances de la ciencia han llevado a que se mezclen dos elementos icónicos de nuestras materias primas: la Madera y el cobre.

En el artículo de Maderera Andina profundizaremos en la mezcla de estos dos elementos icónicos y cómo el avance de la tecnología hace pensar en un futuro con Madera preservada en el sector construcción. ¡Empecemos!

 

El desafío de la preservación de la Madera

Para Maderera Andina, el cobre es uno de los agentes más usados en este desafío. La combinación de Madera y cobre data del siglo XIX y siempre ha estado presente, debido a que –dentro de los metales- el cobre presenta una clasificación de riesgo menor que otros elementos como la creosota o el pentaclorofenol -productos químicos que se encuentran restringidos en algunos países, por ser dañino para la salud humana y el medio ambiente -. De esa manera, el cobre ha predominado como un elemento central en la formulación de distintos preservantes de Madera.

Uno de sus primeros pasos fue en 1930, cuando se inventaron las sales CCA (Cobre Cromo Arsénico), solvente para Madera, que cuenta con propiedades de resistencia contra ataques de hongos e insectos xilófagos que atacan a los leños, por ejemplo, las termitas. Su empleo se ve principalmente en postes de luz impregnados en el cobre, y estacas para terrenos dedicados a la plantación de verduras y frutas.

La ventaja del CCA en su minuto sería que obtuvo un alto grado de seguridad. A saber, no significó un factor de riesgo para la gente debido al grado tóxico del arsénico. No obstante, existen ciertos países que dejaron de utilizarlo como Nueva Zelanda, Australia, Canadá, y Latinoamérica en general.

Por tal motivo, en los años noventa comienzan a aparecer opciones alternativas de cobre micronizado. Estas se convirtieron en una alternativa al CCA mucho más amigable con el medio ambiente, ya que en su formulación no cuentan con metales pesados como lo son el cromo y el arsénico y, por ende, comprenden un menor nivel de toxicidad. Además de requerir menos kilogramos por metro cúbico para lograr la misma protección. De este modo germina la idea de emplear el cobre en conjunto con fungicidas orgánicos o con amonio cuaternario –componente presente en productos como desinfectantes de alimentos– para ser utilizado en todo tipo de edificaciones.

 

Madera y las nanopartículas de cobre

Gracias a la nanotecnología, el cobre y la Madera han logrado forjar su alianza. En otros términos, el manejo de materiales que miden igual o menos de cien nanomoléculas en al menos una dimensión. Como el tamaño del ADN o de una bacteria.

Por medio de numerosos mecanismos fue posible la reducción de las partículas de cobre. La efectividad de un elemento depende del tamaño de su partícula. Por tanto a menor tamaño, mayor es la superficie activa y mayor es su eficacia.

Este descubrimiento permitió la preservación de ciertas especies de Madera mediante la penetración de cobre micronizado en estado líquido en ella. El procedimiento implica la aplicación de un nivel determinado de presión que permita la absorción del cobre en cada fibra de la Madera.

El resultado final deja una Madera con terminaciones rústicas y con una capacidad de poder ser utilizada en ambientes en que fácilmente se pudriría. Con alta humedad en Centroamérica o sectores lluviosos en el Perú.

 

El futuro de la alianza

Los avances tecnológicos, los nuevos sistemas de prefabricación y una serie de procesos que aumentan su sostenibilidad. Hacen pensar en un momento de florecimiento y evolución de la Madera. Como el cobre está involucrado en los proyectos de preservación a largo plazo. Dicha alianza, según los especialistas, se encuentra bien posicionada y se mantendrá en el tiempo.

A pesar de la existencia de numerosos mitos en torno a la Madera, donde se presume que si uno construye casas con este material. Estas se pueden venir abajo a los cinco años por la serie de factores exógenos que podrían atacar. Poco se han ido derribando estas suposiciones con el surgimiento de procesos de investigación, pruebas, fabricación y comercialización del cobre micronizado en la Madera.

En relación con la alianza Madera-cobre, el gerente general de la compañía chilena Lonza Quimetal sostiene que hay un trabajo que se está haciendo en conjunto a universidades y la industria. Para eliminar ese temor por el uso de la Madera, e impulsar proyectos de construcciones en Madera intervenidas con cobre. Que ya ha sido probada en ciertas ocasiones.

Finalmente, instituciones como el Centro de Innovación de Madera de la Universidad Católica, ha impulsado el uso del material en construcciones de hasta 6 pisos. Con mira de alcanzar la factibilidad de estructuras de hasta 15 pisos con madera. Por ahora, la Madera y el cobre siguen avanzando para ser usados masivamente, pensando en el devenir de la construcción.